Nos conocimos en la Ciudad de México en 2016. Después de esa primera conexión, la vida nos llevó por caminos diferentes, pero nos mantuvimos en contacto. Un año después, nos reencontramos, justo cuando uno de nosotros se había mudado a Australia para estudiar.

 

Incluso con la distancia y el tiempo separados, algo en nuestra conexión siempre se sintió bien.

Finalmente, comenzamos a salir y decidimos dar el paso y mudarnos juntos. A partir de ahí, la vida nos planteó muchos desafíos: sobrevivimos a los confinamientos, enfrentamos enfermedades y momentos aterradores, y atravesamos una buena cantidad de altibajos. Pero a pesar de todo, siempre nos hemos apoyado mutuamente, y esas experiencias solo nos hicieron más fuertes.

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Ahora, estamos muy emocionados de comenzar el próximo capítulo de nuestra historia: ¡casarnos! Después de todo lo que hemos pasado, sabemos que estamos destinados a estar juntos para siempre. Nuestro viaje no siempre ha sido fácil, pero ha estado lleno de amor, risas y un apoyo infinito, y estamos ansiosos por ver qué nos depara el futuro.